Sin dudas uno de los mundiales más irregulares en el mundo de la vela, el que finalizó durante el fin de semana pasado en Vilamoura, Portugal. El Campeonato Mundial ILCA7 en categoría U21 y que tuvo al sanjuanino Mateo Maldonado como el único representante argentino, queda en el recuerdo como el Mundial en el que se quebrantaron todas las reglas de navegación, el Mundial sin viento.
La principal es la que indica que las regatas se realizan con una velocidad mínima del viento de 5 nudos, y ante la falta de ráfagas acordes y tras varios días en esta situación, la organización decidió largar regatas con 3 nudos o menos, y no cancelarlas, con el apuro de realizar y finalizar el campeonato a como de lugar.
De los cinco días de competencia, solamente el primero tuvo condiciones de viento acordes para realizar la competencia, y aquí Mateo se ubicó 30º. Los días restantes, extrañamente no sopló viento acorde, si tenemos en cuenta que las costas de Vilamoura, bañadas por el océano Atlántico, cuentan habitualmente con excelentes condiciones para los deportes de vela. Esta situación no solo perjudicó al sanjuanino, sino también a varios equipos europeos de los más importantes del mundo, que no solo hicieron su reclamo a la organización en competencia (fueron ignorados), sino que posiblemente generará un reclamo posterior de varios países a la Federación Internacional.
El campeón mundial es Ole Schweckendiek, un alemán Sub 19 que no estaba entre los candidatos, mientras que el subcampeón fue el local José Mendes. Mateo finalizó 72º y fue el tercer mejor sudamericano por detrás de los brasileños Pedro Lepecki Madureira (48) y Felipe Fraquelli (66).
Por suerte nuestro representante nacional tiene la posibilidad de revancha, ya que con 19 años, le queda un año más en la categoría y se preparará para el Mundial U21 en Marruecos 2023.